Hiena
Allá donde va convierte la guerra en paz. Disfruta, los colores no todo el mundo los interpreta igual. Tiene partes de Santos y otras de puta, por eso te entretiene, viajes profundos, como julio, historias que contar capicuas, todas empiezan igual que van a acabar.
Conjuros de amor, ojos color indefinido, son historias que no sabes como van a ser, como un rascar y ganar, a veces se pierde todo.
Hablo de paseos largos, de historias cortas, de miradas en los tres tonos de fuego, eco, vértigo y un poco de claustrofobia. El mármol de tu cuerpo que se agrieta, hablo de victorias y derrotas, da igual el idioma, ninguno superará nunca un buen francés. Hablo de tu mármol que me mira y me hace polvo, con conjuros de amor color oro y necesitado de ser correspondido.
Hablo de mirar al mar, contigo a mi derecha. Hablo de hablar durante horas y follar hasta que te enamoras, De musas y de sumisas, todas ellas compactadas en una misma piel, blanca como la nieve, seguro, nadie puede parar el frío.
Yo no soy ellos, yo comprendo tus celos y sé que con la falta de ellos no hay ni guerra, ni paz, solo funeral. Yo no, yo creo en insustituibles, mientras tanto vosotros solo veis coleccionables, una nueva víctima fácil de usar. No me van, dóciles y relajadas, estériles, sin bálsamo ni veneno, que se vayan. Ya nadie sabe amar, somos puro drama, el castigo de ir de cama en cama, cuantos más cuerpos conoces menos puedes sentir de verdad.
Y así es el amor en junio, ayer nos jurabamos , hoy tu estas follando por Amberes y yo por París, como tu a Boston y yo a California, gemelos o no, antes de que muera el sol, de cuerpo en cuerpo, de cama en cama, olvidándonos, por entre los infiernos mentales de otros.
Víctor Hugo Delineado©